Había una vez una realidad sin ti
y no había paciencia en mi sed para el vacío
pero había espacio entre tus pies y mi voz
Y había una vez y dos veces el mismo silencio
y no sabía de donde provenía tanta bulla
pero sabía que el amor no era sordo
Finalmente hubo un final sin fin
y no faltaba ningún recuerdo de mí en tu nuca
pero seguimos felizmente en este otro lado